Tomar un masaje por simple placer, es la filosofía del masaje californiano. Siendo uno de los masajes mas placenteros y sensoriales por el tacto que se emplea, siendo así una buena y dulce reconciliación con el cuerpo
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La diferencia de este masaje es su enfoque, es un masaje holístico desde la charla para saber qué temas tratar para luego yo como terapeuta masajista intentar armonizar la energía vital que nos mueve a todos, fusionándose y creando entre ambos un campo vibracional que permita el dejarse llevar por el sentir liberando estrés y tensiones acumuladas.
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No es sólo trabajo a nivel físico sino también psíquico como emocional, rompiendo patrones morales y ética personal para un transformar personal a nivel erótico como sexual, para reconocer tu cuerpo y asimilar el placer desde otro punto de vista mas amplio y significativo. .
Se manipula todo el cuerpo, siendo un masaje cuerpo a cuerpo, no tantrico porque desde la perspectiva occidental pocos conciben lo que realmente es el tantra, pero se acerca mucho al tratar las zonas mas erógenas del cuerpo que con un buen manejo de la respiración provoca un despertar espiritual que unifica lo que es ese aspecto que muchos desconocen. Siendo una sensibilidad muy profunda que puede llevar a completo hedone como a estados alterados del ser.
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La técnica es de movimientos cortos y sensibles al principio para luego ser amplios y largos, con una suma toma de conciencia corporal con diferentes intensidades para dispersar la energía "mala" acumulada en los siete cuerpos y trabajar con ellas desbloqueando músculos y emociones pasadas a todos los niveles. .
La mente acalla, deja el control y sólo se siente. Entre dedos, manos, brazos, cuerpo y respiraciones contiguas en movimientos vibratorios y placenteros, nulo de ropa, sin límites salvo lo marcado por cada paciente para expandir su sentir, en un ambiente de placer y serenidad, dulzura y calidez.
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Es darnos cuenta de que nuestro cuerpo está vivo en en macro mas que un micro, asimilando una experiencia de gozo, desmitificando la cultura del "no tocar" y contribuyendo a una aceptación y valoración de nosotros y los demás en su sentir.